BLOG COMPLEMENTARIO

2 sept 2015

3301.- AUTOMOTIVACIÓN.- INTRODUCCIÓN



Comenzamos la tercera sección de la Parte Tercera del Curso. 

Sección 33, dedicada a la Automotivación, como tercera “pata” del trípode.

Pero para iniciar esta Sección me parece imprescindible que volvamos al comienzo (Capítulo 3101) para refrescar el enfoque de todo el planteamiento de esta parte del Curso dedicada a la habilidad de la “Autorregulación Emocional”


Comenzaba el citado capítulo diciendo que esta Tercera Parte del Curso es     --junto a la Cuarta (“Coherencia Vital”)- las que dan el carácter de  “Gestión Emocional” frente a los cursos más frecuentes de “Inteligencia Emocional”, o  “Control Emocional”.

Y, para ello, recordaba el concepto global de “Gestión Emocional” que determina este Curso: “Se trata de conocer y comprender que “SER feliz” es lo mismo que “VIVIR feliz”; que SER FELIZ significa ser capaces de GESTIONAR de forma feliz nuestra vida diaria, y que en nuestra vida todo es emocional y afectivo, porque son las emociones y lo que nos afecta lo que nos mueve a actuar y a hacerlo de una determinada forma”



 
Por eso, añadía, la Autorregulación Emocional (A.E.)
-->    NO ES  “Control, dominio, ni anulación de nuestras emociones
-->    Ni tan siquiera…“superación” de una emoción o sentimiento negativo
-->    ES,  debiera ser:  “Aprendizaje”, “Crecimiento Personal”….. 
                                  “El camino de la VIDA”

La A.E. es la habilidad básica para el desarrollo exitoso del proceso de gestión emocional. Sería “la habilidad necesaria para manejar las emociones propias y ajenas en orden a obtener los objetivos pretendidos”. 

Y una definición conceptual más completa podría ser la siguiente:
 


Esta definición, tan pormenorizada, nos permite un recorrido por la misma detectando todas las características del concepto de Autorregulación emocional (A.E.)

En primer lugar encontramos la palabra “estrategia”. Una estrategia denota siempre acción, puesta en práctica. La A.E. sería pues la puesta en práctica (la manera de llevar a cabo) de las técnicas de gestión emocional…en orden a lograr el objetivo previsto.

Esta concepción es muy importante, porque de ella se deriva el concepto de “Automotivación” como  “la fuerza que nos permite, nos impulsa, a realizar la adecuada gestión de nuestra vida emocional”; es decir: la A.E. sería imposible sin la “Automotivación”; ésta es  “el combustible” que nos permite aplicar la estrategia de gestión adecuada.

Y, como premisa básica de este Curso: << con la mirada puesta en el objetivo vital de sentirnos felices >>



Esta es, para mí, la concepción básica de la habilidad de A.E. que tan limitadamente se trata en algunos ámbitos cuando hablan o dan charlas o cursos de Inteligencia Emocional:
·          La A.E. no es mero control emocional
·          La A.E. no puede concebirse separada de la “Automotivación”
·          Nada tiene sentido si no están enfocadas a un objetivo vital.


En definitiva, solo estamos viendo la aplicación de esa ley básica que repetimos continuamente en este Curso: “Tal como pienses, sentirás; y tal como sientas, actuarás” …y no por lo que te digan, piensen, o quieran los demás, sino siendo siempre consciente de que tú eres el “auriga” de tu propia vida




Con este recordatorio del contenido básico del capítulo 3101 estamos en condiciones ya de adentrarnos más a fondo en el concepto de la “Automotivación Emocional”, y lo primero que deseo poner de relieve es algo tan sencillo, elemental y básico como la diferencia entre el concepto de “Motivación”  y  “Automotivación” o -según la terminología de Yeerkes y Dodson- “motivación interna, o intrínseca”  y  “motivación externa o extrínseca”


La primera es la típica del mundo empresarial o deportivo, en el que el Jefe, o entrenador “arrastran” con sus arengas a acciones y actitudes ajenas para lograr un éxito concreto y temporal. También es el caso de las grandes batallas de la historia, aunque en éstas suele haber motivaciones más sentimentales como el honor, la defensa de la Patria, la salvaguarda de la vida propia o de los nuestros, etc…

En el otro lado se encuentra la motivación propia, interna, o auto-motivación que es la que depende exclusivamente de nosotros mismos y de la fuerza y satisfacción del logro de nuestros objetivos vitales.


A continuación veremos las principales diferencias entre una y otra en el contexto de la gestión emocional, pero voy a poneros antes un pequeño cuadro de ejemplo, sobre una situación concreta, para mostrar las diferencias que luego comentaré.



En esta imagen de ejemplo he querido reflejar de entrada la que para mí constituye la principal diferencia entre una motivación externa y la auto-motivación como habilidad personal de gestión emocional: “de dónde nos viene la gratificación, el reconocimiento”, si de nosotros mismos, del sentimiento gratificante de nuestro propio crecimiento personal, o de los demás


Y ¿cuál es la consecuencia fundamental que se deriva de esta diferenciación?, pues que bajo la perspectiva de la auto-motivación cada logro obtenido es un “refuerzo” interno que ya nadie nos quitará, y que paulatinamente nos irán dando más y más confianza y tranquilidad y paz interior, mientras que las motivaciones externas siempre serán peldaños de un camino interminable de exigencias cada vez mayores.

Pensemos, por ejemplo, en la realidad empresarial de un equipo de vendedores que año tras año se les exige más y más ventas. O en un equipo deportivo que cada año tienen que igualar o superar los éxitos del anterior porque si no se consideran que ya no tienen el nivel requerido….y se cambian a los jugadores antes ensalzados como verdaderos héroes, o se les olvida, o incluso vilipendia. O un ganador de un festival de la canción que o vende cada año más discos o desaparece de las listas. Etc…

En cambio, la persona que logra vivir con auto-motivación, vive sintiendo el sentido de su vida, su razón de ser, y cada vez, según van pasando los años, se encuentra más en paz consigo mismo, más “sabio”.


Podríamos poner, pues, este otro cuadro expresivo de las diferencias entre motivación externa y auto-motivación:




¿Cuáles serían las situaciones emocionales contrarias a un satisfactorio estado de auto-motivación?

Podemos señalar, como más claras y frecuentes las siguientes:

Desánimo : Pérdida del ánimo, del valor, de las ganas de actuar

Desesperanza : Pérdida de confianza en que algo que esperábamos o deseamos realmente sucederá
No es lo mismo que “Desesperación”, que es el estado producido por una pérdida real y definitiva de algo que se tenía y se deseaba mantener

Desestimación : Minusvaloración de la meta u objetivo (“no merece la pena”)

Desistimiento : Abandono del camino o tareas iniciadas

Paralización : Estado de ánimo dominado por el miedo, que nos impide seguir adelante en nuestros objetivos

Depresión :  Imposibilidad, o incapacidad, para detectar cualquier atisbo de esperanza o positivismo en todos los aspectos de nuestro entorno


Y ¿por qué se pueden producir estas situaciones de des-motivación, y cómo hacer frente a las mismas?. Bien, este es el contenido de esta sección 33, que iremos desarrollando en los sucesivos capítulos; pero para comprenderlo creo que puede ser útil este tercer cuadro que os pongo a continuación


Como podéis ver en este cuadro, considero tres importantes tipos de factores determinantes de lograr, o no lograr, una actitud o capacidad habitual de auto-motivación: los debidos a la naturaleza objetiva de las situaciones, dificultades, o metas; los debidos a nuestras actitudes y capacidades personales; y los debidos a la influencia de los elementos sociales (concepto de “sociabilidad” que siempre está presente en el enfoque de este Curso).


Bien, profundizaremos en este cuadro a partir del próximo capítulo. Creo que como presentación inicial del tema ya es suficiente por hoy.












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